LA RECONQUISTA DEL
GURUGÚ |
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Tres columnas importantes |
de los generales siguientes: |
Berenguer, Sanjurjo y Cabanellas, |
para el asalto se disponen. |
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El general Berenguer |
dispone para su ataque, |
y pronto los demás generales |
preparan los combates. |
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Viva el ejército español |
que sabe reconquistar |
el Gurugú y otros pueblos, |
y al moro sabe castigar. |
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A ese moro maldito |
que siempre nos engañó |
ya le darán su castigo, |
para el bien de nuestra patria. |
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En el Gurugú ya vuelve |
nuestra bandera a ondear, |
porque nuestro ejército sabe |
al infame derrotar. |
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A miles de combatientes |
se les pone en dispersión. |
Nuestras tropas son valientes |
y pelean de corazón. |
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Más de 500 moros |
caen muertos y heridos, |
y otro tanto, prisioneros |
que recogimos nosotros. |
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Y así va sucediendo |
en las batallas que damos, |
que el castigo a los moros, |
en general lo daremos. |
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A las seis de la mañana, |
el día 10 de septiembre, |
nuestras valientes tropas |
dan el primer asalto. |
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Los vil moros traidores |
quieren ellos resistir, |
pero nuestros generales |
los hacen pronto desistir. |
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A la voz del general |
nuestras tropas pronto avanzan, |
cogiéndoles el arsenal, |
sus municiones y armas. |
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Sufriendo una gran derrota, |
que ellos mismos confirman, |
y nuestras tropas victoriosas |
nuestra bandera arbolean. |
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Bien así se lo merecen |
los que siempre han engañado. |
Perdón jamás se les dé |
a este moro tan malvado. |
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El que es cobarde y traidor |
y un bárbaro fanático, |
y no agradece el favor |
que tanto le hemos hecho. |
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Abriéndoles carreteras |
y miles de otros favores |
que jamás han tenido en cuenta, |
y causándonos sinsabores. |
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Siempre han ido a la traición |
al fiarnos nosotros de ellos, |
causando desolación |
cuando menos lo pensamos. |
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Viva, pues, el ejército, |
que él sabe combatir, |
porque él es valeroso |
y sabe resistir. |
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La España gloriosa |
él siempre defenderá, |
con la espada y la bandera |
él siempre combatirá. |
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A castigarlos debemos |
ir todos los españoles |
para acabar con ellos, |
con estos malditos feroces. |
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Esta maldita raza |
que debemos exterminar. |
Para el bien de nuestra patria |
no debemos regatear. |
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En el Gurugú fue ejemplo |
que dieron nuestros soldados. |
El mundo se ha asombrado |
al verlos tan valerosos. |
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Al toque del asalto |
corrían como leones, |
contra el maldito moro |
que sucumbía a montones. |
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Varias páginas en la historia |
se podrán hoy bien llenar, |
cubriéndolas de gloria |
del que ha sabido luchar. |
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Nuestras tropas gloriosas |
jamás han regateado |
su valor para la patria, |
éstos son nuestros soldados. |
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El daño que nos han hecho |
ya lo están hoy pagando, |
con su exterminio pronto, |
éste será el mejor castigo. |
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Pues los pobres soldados, |
que todos combaten juntos, |
a la voz de hermanos nuestros |
salen siempre victoriosos. |
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Al recuperar las posiciones que en
su tiempo perdimos en Monte Arruit, el regocijo del
triunfo de hoy por nuestros valerosos soldados, y al ver
el horroroso espectáculo que a nuestra vista se ofrece,
al mismo tiempo que demuestra la crueldad de los
malvados rifeños y el salvajismo, mutilando a nuestros
hermanos después de estar ya muertos en el campo de
batalla, o sean las tropas del general Navarro, hasta
que a falta de víveres, agua y municiones se vieron
obligadas a aceptar las falsas proposiciones de
rendición, el espectáculo de los muertos, que por todas
partes se ve, es tan triste que las tropas
conquistadoras siéntese ante él con el dolor de la
triste suerte que tuvo a sus hermanos el anhelo de
vengar las inhumanas ferocidades, a la voz de un solo
grito de los valientes generales, en espera de salir
victoriosos en toda la línea dentro de poco tiempo y
escarmentar para siempre al malvado moro. |
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FIN |
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Imprenta Aldana, 12, Barcelona. Editat amb
“EL CASAMIENTO DE UNA MORA CON UN SOLDADO”. |
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(Document
d'Adelaida Moles) |
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NOTA: Tant aquest romanç com "El
casamiento de una mora con un soldado" són de quan,
després de perdre les colònies de Puerto Rico (1897),
Cuba (1898) i Filipines (1898), els governs d'Alfonso
XIII s'embarquen en una prolongada, sagnant i impopular
guerra per establir el control espanyol sobre les terres
del Rif, dominat en aquell moment pel sultà de Marroc.
Espanya va signar en 1904 un tractat secret amb França
on es fixaven els límits de tots dos protectorats al
nord d'Àfrica. La guerra contra els rifenys, "Guerra
del Marroc" o "Guerra del Rif", es va prolongar, amb
una intensitat variable, de 1909 a 1927. Un dels moments
més tràgics va ser quan el 22 de juliol de 1921
l'exèrcit espanyol pateix prop de la localitat marroquí
d'Annual el conegut com a "Desastre d'Annual".
Els general Silvestre, que estava al comandament, va
desaparéixer i les seves restes mai van ser trobades, i
els qui van sobreviure van retrocedir fins al campament
de Monte Arruit, al sud de Melilla, baix el
comandament del general Navarro però el 9 d'agost es va
veure obligat a rendir-se. Diuen les cròniques que els
rifenys van entrar al campament i van matar molts
soldats i van apresar al general Navarro i a 600 soldats
més. En total diu que van morir entre 10.000 i 20.000
espanyols i uns 1.000 rifenys. El 10 d'octubre, les
tropes del general Berenguer, des de Melilla,
reconquisten el Gurugú (encara que el romanç diu
que va ser el 10 de setembre) i arriben al Monte
Arruit el 24 d'octubre que és quan confirmen
l'holocaust que deixarà commocionada a Espanya. |
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Trobat un
exemplar a la Biblioteca d'Olot:
consultar |
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